PROBLEMAS EN MESTALLA

Tras años de pitos de a Unai Emery en Mestalla, el año pasado parece que el Valencia dió con la tecla al fichar al 'Txingurri' Valverde. El paso sin pena ni gloria de Pellegrino por el banquillo del conjunto 'Ché' provocó el fichaje del cacereño. Resucitó al Olympiakos e hizo lo mismo con el Valencia. 

Que Ernesto Valverde abandonara el Valencia para ir a entrenar al club de sus amores, el Athletic de Bilbao, parecía una catástrofe. El único entrenador, desde Rafa Benítez, al que Mestalla ha aplaudido, dejaba el club en verano. Llega Djukic, valencianista de pro y buen entrenador. El Valladolid el año pasado jugó un fútbol bonito de ver y que puso en apuros a los grandes en el duelo directo, caso del Real Madrid, por poner un ejemplo. Muchos apostamos por el conjunto 'ché' para ser tercero tras esto. Fue una buena decisión. Si el Valencia adoptaba el estilo de los pucelanos, sería tercero seguro. Pero no está siendo así.

El primer revés fue la salida de Soldado del conjunto valencianista. En un club en constante convulsión por problemas económicos y contínuos cambios en la presidencia, que la estrella del equipo salga echando pestes del club, no es buena señal. No sorprende, pero no es bueno para el proyecto.

El Valencia está empezando la campaña de manera desastrosa. Ganó a un Málaga renovado por un pobre 1-0 en un partido donde dejó mejor imagen el conjunto boquerón. Luego tres derrotas seguidas contra RCD Espanyol, Barcelona y Betis dejan al conjunto 'ché' muy tocado. Y más si le sumamos el gran estado de forma del Atleti y de la Real, rivales directos por esa tercera plaza. Además del espectacular comienzo de sus vecinos de Villareal. Todo parecen problemas.

La marcha de Soldado es importante, pero no creemos que valga como excusa en un equipo donde hay jugadores como Rami, Banega, Canales, Feghouli, Jonas o Parejo. Además, la incorporación de Helder Postiga añade el gol que se perdió con Soldado. Si bien es cierto que Postiga no está al nivel de Soldado, si que es verdad que es un delantero con gol. Le falta carácter y lucha pero no acierto de cara a la portería.

La derrota ante el Barça dejó muy buenas sensaciones, sobre todo en la segunda parte. Pero llegó el Betis y lo tiró todo por tierra con un aplastante e incontestable 3-1. Aún así, tocaba nueva competición, UEL, partido contra el 'Spanish' Swansea. Primer partido de grupo. Hay que ganar para tranquilizar.

Pues bien, expulsión de Rami en el 9' y gol de Wilfried Bony en el 15'. El Valencia no juega a nada y Michu y De Guzmán certifican la goleada por 0-3. Los seguidores del equipo de Mestalla no pueden estar contentos y el por qué es lógico.

Creemos que algunas claves para la mejora del Valencia pasan por el cuerpo técnico. Otras no, otras dependen de los jugadores. Lo primero es el tema de la portería. Estamos de acuerdo en que Diego Alves y Guaita son dos porterazos, pero rotaciones en la portería, las justas. Valverde lo consiguió relativamente bien, pero no es una solución. Habría que elegir a uno, ya daremos nuestra opinión en un "¿QUIEN GANA?" que promete ser espectacular. Otro punto es el centro del campo. Los jugadores corren por el campo como pollos sin cabeza. Da la sensación de que no acaban de entender lo que les pide el entrenador. No hay orden ninguno, nadie sabe que hacer y el encogerse de hombros es el movimiento mas reconocible de los atacantes del Valencia.

Entrando en el tema de la actitud de jugadores, parece que algunos se han empeñado en ser noticia por sus comportamientos y no por su fútbol. Joao Pereira y Rami están siendo noticia por confrontaciones y entradas salvajes, sobre todo el francés, que debió ser expulsado contra el Espanyol por una lamentable agresión a Simao. Luego está el caso de Mathieu, que en el momento en que no juega un partido incendia la sala de prensa, poniendo de vuelta y media a su entrenador y jefe, porque el lateral considera que Bernat o Barragán no están a su altura. Pero lo más gordo es que, en el siguiente partido a esa rueda de prensa... ¡¡¡Djukic lo puso de titular!!!

La afición, exigente como es lógico, está con el entrenador, pero se la acaba la paciencia con sus jugadores, excepto con el central, y capitán, Ricardo Costa, al que se adora por su lucha y el saber dar la cara, el ejercer de capitán al fin y al cabo. Para los demás parece que el partido dura una parte tan solo, y si dura más, se borran.

Creemos que tan culpables son unos como el otro, pero la afición es soberana, que para eso paga por ver a su equipo. Djukic ha de replantearse muchas cosas, por ejemplo la disciplina, y los jugadores deben darse cuenta del valor de la camiseta que visten, finalista de UCL hace 10 años y hace todavía menos, campeón de la UEL, antes Copa de la UEFA. Sin mencionar la Liga ganada mas las virtuales, al quedar tercero en ligas de 100 puntos con Madrid y Barcelona por delante. 

El modelo a imitar de este equipo es Ricardo Costa y los demás, incluido entrenador, deberían darse cuenta de esto. Ahora... El Sevilla.