GIOVINCO, EL SHAARAWY O INSIGNE. ¿QUIEN SERÁ EL ENGANCHE DE LA AZZURRA?

GIOVINCO: Conocido en Italia como Maragiovinco o  La formica atómica, este pequeñísimo jugador italiano (de tan sólo 1.64 mts de altura) es una de las grandes esperanzas del ataque transalpino y de la vecchia signora. Muchísima movilidad y un toque de balón espectacular definen al delantero de la Juventus. Nacido en el año 1987, a sus 26 años, se le sigue considerando una promesa de la Serie A. Y es que, si hay algo envidiable de la mentalidad italiana, es la forma de medir los ciclos vitales de los jugadores. Mientras en España, con 24 años parece que se ha tocado techo y que no queda espacio de progresión (principalmente porque con 30 primaveras, eres un anciano), en Iglaterra van aún más allá y tienes debutantes en la Premier League con 16 años (El jugador mas joven en debutar en la BPL es Matthew Briggs, con el Fulham, quién debutó a los 16 años y 65 días, mientras que Rooney lo hizo a los 16 años y 297 días con el Everton.)

Pero en Italia, el fútbol usa otras medidas de tiempo, gracias a las cuales, hemos disfrutado (y en algunos casos disfrutamos) a Maldini, Nesta, Ambrosini, Del Piero, Totti...hasta edades poco habituales en otras ligas de primer nivel.

Volviendo a Giovinco, su paso por el Parma lo ha convertido en un jugador más fuerte y con más olfato de gol. Capaz de compensar su falta de físico con velocidad, agilidad y toque, podríamos mostrar como defectos su curiosa capacidad de caer a banda y volverse invisible. Cuando las cosas no le salen, se pega a la linea de cal y se limita a seguir el partido desde allí. Soltándola al primer toque si le llega, y si la pelota no va a su posición, no la pide.

EL SHAARAWY: Poniéndonos en antecedentes, su padre, Sabri El Shaarawy es egipcio con nacionalidad venezolana. Stephan (o il faraone como se le conoce en la Serie A) nació en Savona, Italia, el 27 de octubre de 1992. Estos datos explican porque las tres federaciones (aunque Egipto e Italia llevaban clara ventaja) buscaban contar con este extraordinario jugador. Rápido, fuerte, y con un manejo del balón en corto endiablado. Dentro del mundo del FIFA, nos atrevemos a asegurar que sólo Neymar, Cristiano Ronaldo y Ronaldinho son capaces de superar en imaginación con la pelota a este auténtico freestyler del balón. Muchos opinan que, ese tipo de 'florituras', son más circo que fútbol y, la verdad es que, si las cogemos de modo aislado es así. Muchas de ellas no aportan nada al juego ni tienen un uso práctico sobre el césped, pero lo que es innegable es que si sabes hacer esas cosas, el control de balón que tienes es excelente.

Pero el fútbol es mucho más que eso. Y al dorsal '92' rossonero le faltan algunas características que se pueden considerar más importantes que el manejo del esférico. No tiene mucha visión de juego, carece completamente de percepción táctica sobre el verde, y peca de un individualismo exacerbado. Pero, a diferencia de Giovinco, y a pesar de sus limitaciones, cuando toca pedirla, cuando el resto del equipo necesita de una referencia que dé un paso adelante en busca de la jugada decisiva, siempre está dispuesto a ser el elegido.

INSIGNE: Lorenzo Insigne, jugador nacido en Nápoles y formado en las categorías inferiores del equipo napolitano, tuvo su primer contacto con el éxito en el año 2011 en las filas del Pescara, en el cual, junto a Ciro Inmobile, formó la pareja más temible de la serie B consiguiendo el ascenso a final de temporada. 18 goles en 37 partidos le valieron un puesto, el año pasado, en el equipo que le vio "crecer" como futbolista. Y sí, es irónico. Porque con 1,63 mts de altura, los peros físicos que hemos destacado anteriormente en el caso de Giovinco, son también aplicables a Insigne. Aunque Insigne tiene gol. Tiene mucho gol. De los tres, probablemente sea el que más cerca puede jugar de la portería rival. También tiene más inteligencia y madurez futbolística que los otros dos.  Tuvo la difícil tarea de hacer olvidar a Lavezzi y la verdad es que, en nuestra opinión, aunque sólo sea por potencial, en Nápoles salieron ganando con el cambio. 

Dicho esto, también es cierto que, visto el rendimiento y la regularidad de Lorenzo, se exige más de él en las citas con renombre. Y le cuesta aparecer. Le faltan jerarquía y ganas de mandar.

En conclusión, y de cara a una competición como el mundial 2014 en la que no se mide la regularidad y con la peculiaridad de que hay muchos momentos que necesitan de un jugador que la pida con confianza, nos decantamos por IL FARAONE. Por ser un futbolista que ha nacido para esas citas, sin más.