jueves, 19 de septiembre de 2013

VILLA Y FALCAO. DOS ESTILOS, UN MISMO FIN



El Atlético de Madrid ha realizado los dos mejores movimientos de éste verano en cuanto a la relación calidad-precio. El primero (punto de interés de ésta entrada) fue el de vender a Radamel Falcao al A.S. Mónaco a cambio de 60 millones de euros para sustituirlo por David Villa en una operación que, al final, dentro de 3 años, no superará los 5 millones. Un negocio redondo. El otro, del cual sacaremos otra entrada, es más rocambolesco aún: fichar a Demichelis cuando quedaba libre, para hacer caja con él a costa del Manchester City (5 millones de euros) y, con ese dinero, traerse a Toby Alderweireld por un precio que rondó los 7 millones de euros. 

Pero centrémonos en la primera y veamos como afecta al dibujo el cambio realizado. Con 'El Tigre' Falcao, el Atlético de Madrid tenía un cazador dentro del área, pero no fuera de ella. A pesar de ser un jugador de primer nivel mundial, se le veía fuera de hábitat cuando recibía en el medio del campo e, incluso, en la línea de tres cuartos. Y es que, aunque goza de una capacidad combinativa muy depurada, no es su rol. En su sitio, dónde él se siente cómodo, cerca del portero rival, es muy difícil de parar. No necesita siquiera a un gran pasador. Sus movimientos generan espacios. Y su control de balón, sumado a su capacidad de armar rápido la pierna (o meter la cabeza), hacen el resto. 

Todo esto es muy bonito...si el resto del equipo funciona. El gran pero de Radamel es que, si el equipo no crea algo, por poco que sea, se convierte en un problema porque el equpo juega con 10. No aporta nada a la creación, por tanto, si el partido se tuerce, Falcao desaparece. Y, en un equipo al que le cuesta dominar los partidos, es un handicap muy importante. Más aún cuando es la estrella, y muchos partidos dependen de su actuación.

En el siguiente video veremos, probablemente, su mejor gol. Muestra de esa capacidad de rematarlo todo:


                           

La otra cara de la moneda se llama David Villa. Después de tres temporadas en el FC Barcelona jugando en banda izquierda, ha llegado al Atlético de Madrid con el objetivo de recuperar el olfato goleador mostrado a orillas del Turia. Estos tres años, junto al equipo con mayor cantidad de pases por partido (dato que no es ni bueno, ni malo, sólo es un dato. Pero eso es otro debate), le han servido al asturiano para ver el fútbol desde otro ángulo y, en nuestra opinión, le ha ayudado a completar aspectos de su fútbol que, en su nueva etapa, pueden marcar la diferencia. Y es que, esa habilidad de asociarse que ha adquirido en la ciudad condal, le harán ser mucho más útil para el Atlético de Madrid que un '9' de manual. Además de todo esto, no podíamos dejar de reflejar el aspecto psicológico y es que, las dos variables de la ecuación, Atlético de Madrid y Villa, se atraían como polos opuestos. El club tenía que llenar el vacío de Falcao y el de Tuilla necesitaba volver a sentirse imprescindible. No estamos hablando de que Villa deba ser la estrella para rendir bien, pero es innegable de que en el Barça era 'uno más' y eso tampoco beneficia a un futbolista de éste nivel al que la falta de motivación había convertido en un jugador mediocre.

Como aspectos negativos, tenemos la falta de partidos en el Barça y el hecho de que son tres años sin jugar como principal referencia de ataque. Es mucho tiempo. Además, el punto en contra más obvio es la terrible lesión que sufrió en el mundial de clubes. Desde entonces, es evidente que, físicamente, no es el mismo.

En el siguiente resumen se puede apreciar todo lo que aporta Villa además de gol:



Con todo esto, salvando los riesgos del caso de David Villa, podemos concluir que, Falcao es mejor jugador para un equipo que juegue mucho en campo contrario y sea dominador del balón. Pero en el caso del Atletico de Madrid, un futbolista como 'El Guaje' parece más útil, dado el sistema de juego utilizado por Diego Pablo Simeone, en el cual, el centro del campo es para recuperar el balón y el primer jugador creativo es el mediapunta.

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