lunes, 7 de octubre de 2013

JOSE MOURINHO: TRABAJO, TRABAJO, TRABAJO...



Se trata del puesto menos agradecido dentro del mundo profesional de este deporte. Porque es una responsabilidad bajo la cual, si todo sale bien, no se le reconoce mérito, poco más allá del que pueda tener el equipo en conjunto.  Pero si las cosas van mal, es culpa del míster, única y exclusivamente. No es justo. Pero, ¿qué lo es?. Y bajo esta pregunta empezamos con el que más claro lo tiene y que es, sin duda, el preparador del que más se habla en tres de las grandes ligas del mundo (España, dónde aún se le da vueltas a su etapa en el Real Madrid, Italia e Inglaterra, dónde ha decidido que debe estar para intentar levantar de nuevo a un Chelsea perdido en peleas que no le corresponden y a un nivel muy inferior al que dejó).

A nivel imagen, tenemos dos posibles lecturas. Es insoportable, egocéntrico y manipulador, o también podríamos pensar que es el entrenador que mejor maneja a los medios según sus necesidades. El hecho de que grandes personajes de la comunicación no paren de 'echar pestes' sobre Jose al verse bailando dentro del teatro de marionetas montado por el de Setúbal, es muy revelador.


Un dato que debemos explicar es que, montar 'circos' en las ruedas de prensa tiene un objetivo claro: desviar la atención hacia él. Si la prensa no da noticias sobre él, dado que viven de darlas, las acabarán dando sobre jugadores. Y bajo esta premisa, sus intervenciones evitan que las salidas nocturnas y la vida privada de sus futbolistas sean portadas. Podemos discutir si está bien o mal utilizar el ya conocido como método Mourinho, pero lo que es indiscutible es que funciona. Hay que utilizarlo con cautela porque, al tratarse de jugar con fuego, puede acabar quemando, pero funciona. También consideramos injusto que se denomine así, ya que, aunque es él quien más jugo le ha sacado y el que más lo utiliza, lo cierto es que otros como Bobby Robson (de quien lo aprendió) o Louis Van Gaal (todos recordamos el "siempre negatifo, nunca positifo") ya hicieron uso de esta técnica.

Y ahora, vamos a lo importante: el fútbol. Y aquí es mucho más estelar de lo que su imagen muestra. Un entrenador considerado resultadista; nada más lejos. Es un entrenador que explota sus aciertos sobre el campo y corta de raíz con sus errores. Me explico: Si ficha a un mediocentro como Khedira o un extremo como Di María, los pone a jugar siempre que puede, pero si se equivoca, como con Pedro León, no intenta alargar un situación que, por no reconocer un fallo, lo único que hace es mal al equipo. En el Chelsea también lo hemos visto con ejemplos como Essien (en cuanto a aciertos) y Shevchenko (en cuanto a errores). Este punto es fundamental para entender porque los equipos de Mourinho ganan tantos partidos. 

A nivel de pizarra, juega con un 1-4-2-3-1 como método para ganar, sin esconder nunca su amor por el 1-4-3-3 al más puro estilo portugués. No olvidemos que Portugal es la cuna de los extremos: Figo, Nani, Ronaldo, Quaresma, Simão, etc... y es en el 1-4-3-3 donde éstos se pueden sentir con mayor libertad creativa, sin tener que mirar hacia atrás. Otro dato que apoya el porqué de esta predilección es porque, partiendo de la base de que el que no corra no juega, puestos a tener un jugador con poco fondo físico que se pueda quedar descolgado en algún repliegue, prefiere que sea un jugador de banda que uno del centro. Si bien es cierto que, cuando tiene un mediapunta genial tira del 1-4-2-3-1 para darle libertad (caso de Özil en el Madrid), también podemos ver el cambio de actitud de Oscar con la llegada de Mourinho. De no defender, a casi no llegar con oxígeno al ataque por el desgaste de presión. Desgaste que Juan Mata no hace y que lo lleva a la grada. Los mismo le pasó a Wesley Sneijder, que pasó de ser un mediapunta más, a ser un grandísimo mediocentro junto a Stankovic y Cambiasso. En comparación, el poco aporte defensivo de Cristiano Ronaldo nunca fue criticado, precisamente por eso, porque quiere que las "alas" del equipo sirvan para atacar, no para defender ni para crear. 


Todo esto debe enmarcarse siempre desde el punto de vista de un entrenador que tiene por máxima la palabra TRABAJO. Si trabajas, juegas. Si no defiendes, más te vale meter 60 goles en liga, o dar 60 asistencias, o no vas a jugar. Todos tienen que arrimar el hombro y, si no es así, tiene que ser algo tan excepcional, que sea fácil de hacer entender al resto del grupo. Y lo de que los extremos "bajen menos" van en la linea de que prefiere falta de trabajo a cambio de 60 goles de un extremo que a cambio de 60 asistencias de un mediapunta. El ejemplo de Callejón y Di Maria está ahí. Callejón trabajaba, Di María se relajó, Callejón metía goles, Di María daba asistencias. 

Por lineas, podríamos hablar de PORTEROS ALTOS con buen juego aéreo y buen golpeo de balón. LATERALES MEJOR QUE CARRILEROS, si juegas en defensa y no defiendes, no sirves. CENTRALES CONTUNDENTES, da igual, rápidos, lentos, altos, bajos. Contundencia. Y por lo menos uno con salida de balón digna. El mejor ejemplo en esta posición es Carvalho. CENTROCAMPISTAS, no es amigo de mediapuntas o medios defensivos, es más partidarios de los box-to-box ingleses al estilo Lampard, Khedira, Essien (en sus buenos años), Deco, etc... e intentando, a base de entrenamiento, que los que no son así, se parezcan mucho, como en el caso de Oscar. EXTREMOS CON MUCHO GOL: Cristiano es la prueba más evidente, pero los Robben, Pandev, Gudjohnsen e incluso Eto'o con Milito en punta, tambien reflejan ésta realidad. DELANTEROS CON GOL, MÚSCULO Y LUCHA. En el Madrid pidió a Van Nistelrooy y consiguió a Adebayor. A Benzema le faltaba lucha y a Higuaín le faltaba gol. En el Chelsea, Drogba, en el Inter, Milito, en el Oporto Hugo Almeida o Helder Postiga...

En conclusión, estamos ante un entrenador que busca siempre una plantilla muy luchadora y con una escrupulosa ética de trabajo. Y todas las posiciones en el campo, los esquemas y las formaciones, van encaminadas a sacar a la luz ese esfuerzo por mejorar. Y por eso, él es el primero que, desde su posición, analiza, estudia y trabaja más que el segundo que más tiempo esté en la ciudad deportiva del equipo que entrena. Y sí, decimos el segundo porque en todos los equipos en los que ha estado, lo que más ha sorprendido dentro del club es que siempre ha sido el primero en llegar y el último en irse, todos y cada uno de los días que ha estado al frente de un equipo. Y cuando todo esto se da, vives el resultado con una vehemencia que se transmite y se contagia al público, cosa que agradeceremos, a personas como Mourinho, todos los aficionados a este deporte. Así se forja un ganador.

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