A los ya conocidos intereses de Chelsea y Real Madrid por hacerse con este jugador, tenemos que sumar el del Liverpool, que parece querer rivalizar por uno de los objetivos más codiciados de Europa.
Hablamos de un jugador de 25 años nacido en la antigua Yugoslavia y que juega como mediocentro en el Benfica. Gracias a su trabajo y a su imponente físico (hablamos de un centrocampista de 1,94 m.) está llamado a convertirse en uno de los referentes tácticos de cualquier equipo de primer nivel de Europa.
Si hablamos de sus características de juego estamos delante de un jugador que tiene bastante poco rendimiento delante del balón. Es un jugador que se sitúa muy bien entre los centrales, al más puro estilo Xabi Alonso y que da al equipo una gran salida de balón gracias a su capacidad de jugar a dos toques. Un gran control de balón y un rápido pase en corto sumado a una gran inteligencia para ver a sus compeñeros le convierten en un seguro de vida en este aspecto. Jugador de pase en corto en el que podemos ver una limitación cuando tiene que sacar el balón en largo. En este aspecto no es Xabi Alonso.
Otro aspecto muy destacable en su juego son los cambios de ritmo que le permite superar rivales con suma facilidad. Es un jugador al que le encanta correr, y al jugar en una posición tan retrasada saca bastante partido a su velocidad. Esto sumado a su facilidad para realizar cambios de dirección le convierten en un jugador que busca siempre la opción más fácil de pase y habilita de forma magistral a sus compañeros. Además su regate en zonas de riesgo de las que muchas veces sale airoso le convierten en un mediocentro atípico para lo que estamos acstumbrados.
A pesar de todo esto, está en un equipo en el que los centrales tienen una gran salida de balón y jugadores como Enzo Pérez o Nico Gaitán son mucho más determinantes en la creación de juego, de la que Matic no suele participar en exceso.
Su físico le aporta un activo determinante en el juego aéreo del equipo. Lógicamente va muy bien de cabeza, y esto le permite ser una amenaza en las ofensivas a balón parada, y ser un escudo para defender los balones colgados a su área.
Quizás la parte más negativa de sus característcas defensivas sea su poco trabajo cuando le toca correr hacia su portería. Le cuesta hacer estos esfuerzos defensivos, y es por ese motivo por el que prefiere quedarse muchas veces incrustado entre los centrales que jugársela para después tener que recuperar terreno.
En conclusión, hablamos de un portento físico que puede aportar mucho a un equipo. No es un medio centro como lo que conocemos hoy en día. No estamos delante de un Guardiola o de un Pirlo, pero tiene las características necesaria para triunfar en esa demarcación.
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