El viernes ganó 3-0 en casa. Pero venía de perder 1-0 en casa del Betis. Una derrota que no afectó ni un ápice al grupo. Que no afecte al equipo, tampoco quema a la afición. No hay críticas ni críticos. No se habla de fin de ciclo, ni de crisis institucional...¿Qué pasa?, que cosa tan rara, ¿no?
La explicación es sencilla. Hay una idea. Se busca realizar un tipo de fútbol concreto. Puede gustar más o menos, pero es lo que hay. Y las destituciones, crisis y demás, han llegado cuando el equipo ha traicionado ese concepto deportivo y ha buscado ser lo que no es. Pero lo verdaderamente admirable de todo esto, es que se ha pasado por la liga Adelante, y allí, por los campos de España con 1.000 espectadores, se han puesto sobre el campo las mismas tácticas que en aquella semifinal de Champions contra el Arsenal, de tan ingrato recuerdo para los seguidores del submarino amarillo. Todo esto queda patente en partidos como el que enfrentó a los de Marcelino contra el Real Madrid. Nadie diría que se trataba de un recién ascendido.
El porqué de que el Villarreal juegue como si no hubiese pasado por la segunda división viene dada por dos motivos principales:
1º- ESTRUCTURA DE CLUB: La fidelidad a un sistema de jugar al fútbol no se consigue ni en una ni en dos temporadas. Tiene que existir, en primer lugar, muchísimo trabajo a nivel fútbol base para conseguir que, tanto los miembros del club como los aficionados, socios y demás, se sientan identificados con una manera de entender este deporte. Es una labor muy dura y sacrificada que, desde este humilde blog, queremos hacer público e incidir en ello para que no pase desapercibido como una de las causas del éxito. Todos remando en la misma dirección. Desde los más jóvenes de la cantera hasta el primer equipo. La idea principal de estilo, esa a la que llevamos haciendo mención desde el principio del post, no queríamos englobarlo en otro apartado porque también (y esto es lo que hace grande al Villarreal) forma parte de la estructura del club. TODO EL MUNDO DEBE SABER TRATAR A LA PELOTA. Pocos y fruto de circunstacias externas (como la económica, por ejemplo) serán los jugadores que formen parte de este plantel sin tener un toque decente del balón. El que juega al fútbol debe saber utilizar su herramienta de trabajo. De poco sirve ser un jugador muy táctico cuando no sabes dar un pase de más de 5 metros o rematar a portería. Partiendo de esta base podremos empezar a buscar un sistema de control total del partido, desde el primer pase del portero hasta que la 'colemos' en la portería contraria. El Villarreal se caracteriza por saber dar un pase de 20 o 30 metros para salir de una presión pero, sin embrago, buscar siempre sacarla controlada con pases cortos desde atrás.
2º - LOS JUGADORES: Todo lo anterior, desde la teoría, es muy bonito y atractivo, pero no sirve para nada sin las personas que deben llevarlo a cabo y su compromiso con la causa. Y en ese sentido, los castellonenses, tampoco se pueden quejar. Casos como el de Marcos Senna, que acababa contrato el año que descendieron y decidió renovar hasta que pudiera volver a dejar al equipo en la liga BBVA, demuestra éste argumento. Aunque sería injusto no mencionar a Cani o Bruno (que tiró su futuro en la selección al quedarse en el equipo y bajar a segunda tras haber debutado con la absoluta)
Pero todo está relacionado. Porque la secretaría técnica del equipo busca perfiles de jugadores que encanjen, primero con el estilo de juego, y después, con la idea de club. Se tiende a buscar jugadores capaces de adquirir ese tipo de compromiso. Y, de ese modo, se produce una simbiosis en la que, el club no cambia de estilo, es decir, si tu forma de jugar va acorde con el planteamiento del Villarreal te podrás retirar allí, tranquilamente, a cambio de lealtad a los colores. Podríamos hablar de un intercambio de lealtades entre institución y futbolista.
En conclusión, el motivo de esta entrada, como habréis podido deducir, es homenajear el oculto y arduo trabajo de mantener una idea hasta el final. Creo que nadie podrá negar que, tras las lesiones de Rossi y Nilmar, si el Villarreal hubiese cambiado a un sistema más resultadista, habría evitado el descenso de sobra. Desde aquí, el mayor de nuestros respetos y deseos para un equipo que se merece, aunque sea por constancia, llegar a lo máximo.
El porqué de que el Villarreal juegue como si no hubiese pasado por la segunda división viene dada por dos motivos principales:
1º- ESTRUCTURA DE CLUB: La fidelidad a un sistema de jugar al fútbol no se consigue ni en una ni en dos temporadas. Tiene que existir, en primer lugar, muchísimo trabajo a nivel fútbol base para conseguir que, tanto los miembros del club como los aficionados, socios y demás, se sientan identificados con una manera de entender este deporte. Es una labor muy dura y sacrificada que, desde este humilde blog, queremos hacer público e incidir en ello para que no pase desapercibido como una de las causas del éxito. Todos remando en la misma dirección. Desde los más jóvenes de la cantera hasta el primer equipo. La idea principal de estilo, esa a la que llevamos haciendo mención desde el principio del post, no queríamos englobarlo en otro apartado porque también (y esto es lo que hace grande al Villarreal) forma parte de la estructura del club. TODO EL MUNDO DEBE SABER TRATAR A LA PELOTA. Pocos y fruto de circunstacias externas (como la económica, por ejemplo) serán los jugadores que formen parte de este plantel sin tener un toque decente del balón. El que juega al fútbol debe saber utilizar su herramienta de trabajo. De poco sirve ser un jugador muy táctico cuando no sabes dar un pase de más de 5 metros o rematar a portería. Partiendo de esta base podremos empezar a buscar un sistema de control total del partido, desde el primer pase del portero hasta que la 'colemos' en la portería contraria. El Villarreal se caracteriza por saber dar un pase de 20 o 30 metros para salir de una presión pero, sin embrago, buscar siempre sacarla controlada con pases cortos desde atrás.
2º - LOS JUGADORES: Todo lo anterior, desde la teoría, es muy bonito y atractivo, pero no sirve para nada sin las personas que deben llevarlo a cabo y su compromiso con la causa. Y en ese sentido, los castellonenses, tampoco se pueden quejar. Casos como el de Marcos Senna, que acababa contrato el año que descendieron y decidió renovar hasta que pudiera volver a dejar al equipo en la liga BBVA, demuestra éste argumento. Aunque sería injusto no mencionar a Cani o Bruno (que tiró su futuro en la selección al quedarse en el equipo y bajar a segunda tras haber debutado con la absoluta)
Pero todo está relacionado. Porque la secretaría técnica del equipo busca perfiles de jugadores que encanjen, primero con el estilo de juego, y después, con la idea de club. Se tiende a buscar jugadores capaces de adquirir ese tipo de compromiso. Y, de ese modo, se produce una simbiosis en la que, el club no cambia de estilo, es decir, si tu forma de jugar va acorde con el planteamiento del Villarreal te podrás retirar allí, tranquilamente, a cambio de lealtad a los colores. Podríamos hablar de un intercambio de lealtades entre institución y futbolista.
En conclusión, el motivo de esta entrada, como habréis podido deducir, es homenajear el oculto y arduo trabajo de mantener una idea hasta el final. Creo que nadie podrá negar que, tras las lesiones de Rossi y Nilmar, si el Villarreal hubiese cambiado a un sistema más resultadista, habría evitado el descenso de sobra. Desde aquí, el mayor de nuestros respetos y deseos para un equipo que se merece, aunque sea por constancia, llegar a lo máximo.
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