El título de una de las obras más famosas de Immanuel Kant puede ser perfactamente válido para englobar la forma de entrenar y dirigir del ex centrocamista nacido en Sampedor. Y es que se trata de un preparador mental, más que físico. Utiliza un sistema que tiene como estandarte la creación de mentalidad ganadora desde la intención de darle el protagonismo del equipo a los valores humanos. La humildad, el esfuerzo y el afán de superación son las armas que se jacta de inculcar el señor 'Pep' a sus chicos. Y que pone por encima de todo, incluso de se propio cargo en el club de sus amores. Pero vayamos a lo futbolístico.
LA POSESIÓN COMO OBSESIÓN. Así podríamos definir el sistema de juego de los equipos del catalán. Todo gira en torno a eso. Esta realidad, es bien conocida por todos, pero ¿cuáles son las claves?¿que puntos cobran especial énfasis a la hora de conseguir cumplir esta premisa?. Son varios los conceptos a tener en cuenta y a trabajar para tener éxito en esta empresa.
LOS JUGADORES: Son la parte fundamental. Sin futbolistas que consten de unas características concretas, no se puede llevar a cabo. La posiciones del medio son la clave. Mucho toque y muy seguro. Son jugadores a los que es muy difícil robar el balón y que combinan muy bien (fruto también de la cantidad de años que llevan haciéndolo, no olvidemos que la capacidad asociativa de los futbolistas de La Masía es 'marca de la casa' como en los jugadores de la cantera Txuri Urdín es el desplazamiento en largo y los tiempos del partido, o el regate y el gol en La Fábrica blanca). Es la materia prima de esta filosofía. Los orígenes de Guardiola también ayudaron a que estos jugadores se tomaran las órdenes del míster como una voz de autoridad, sin rechistar (dato reflejado de modo despectivo por Ibrahimovic en sus últimas entrevistas). Además, sería injusto no mencionar la labor de Rijkaard como primer impulsor en la confección de este equipo. Ese "protoBarça" (como ha sido denominado) marcó la línea a seguir. Y, de hecho, las dos primeras temporadas de 'Pep' habrían sido otro cantar sin la presencia de jugadores como Samuel Eto'o, Márquez o Deco.
LA PIZARRA: Su inamovible formación es un 1-4-3-3. Cuando, al usarla, lo normal es usar un triángulo en el centro del campo con el vértice mirando a la portería rival. A lo sumo, y en caso de optar por la contención, una línea de 3 (el famoso trivote) mediocentros combinables según necesidades (box-to-box buscando cohesión entre líneas, defensivos buscando contener y destruir el juego rival o creadores en busca de tener el balón), Guardiola se decantó por disponer un triángulo con el vértice mirando hacia la propia meta. Con ese sistema, el pivote defensivo se encuentra 'encuadrado' entre los mediocentros y los centrales, atestando de jugadores la zona de mayor creación de peligro del equipo rival. Pero Guardiola no inventó esto. Entonces, ¿por qué le funcionó de esa manera tan aplastante en su etapa del Barça? Porque utilizaba la parcela de terreno ocupada por ese cuadrado (con uno en el centro) para tener el balón. El equipo rival no genera ocasiones porque no hay sitio en la zona de creación y porque, principalmente, no tiene el balón. El mejor símil sería el de un niño al que, los abusones del barrio, le cuelan la pelota en la casa del vecino jubilado y huraño. Se quedó sin balón. El niño sería el rival, la casa, ese cuadrado, los abusones el resto de jugadores del Barça...y Busquets es el anciano. Porque, realmente, es muy difícil quitarle el balón. Juega con su cuerpo, su toque y el reglamento (contacto = falta) como un auténtico maestro.
En la siguiente imagen, con el esquema del Real Betis como testigo, podremos apreciar este 'número 5 de los dados' entre centrales y medios, además de la figura del 'falso 9' que desglosamos más adelante (equipos de la temporada pasada, hemos querido sacar la foto del siguiente link para que no pareciese que forzabamos la formación ni nada parecido. En un dibujo hecho por alguien cuya procedencia desconocemos, se ve exactamente lo descrito en este post. Debido a los pocos cambios y la teoría continuista de Tito Vilanova, tampoco se aprecia mucho cambio respecto a lo descrito):
Además, este sistema ha adolecido siempre de de un vacío de muchos metros entre los medios y los delanteros. Habitualmente, este problema se ha solventado con la alineación de un jugador 'pulmón', de esos que cubren muchos metros, y adelantando la defensa (o retrasando el ataque) para estrechar la distancia entre líneas. Estas soluciones suelen necesitar de un rigor táctico fuera de lo común, ya que, sobre el papel, ese hueco sigue estando vacío. Si no se está al 100% a nivel de concentración y anticipación durante los 90', se abren muchos huecos por culpa de este vacío, aprovechables por el rival.
LA SOLUCIÓN, EL FALSO '9': La forma de arreglar todos los problemas de huecos fue centrar a Messi y retrasarlo hasta la posición del '10'. De esta manera, en el equipo no son necesarias tantas coberturas en busca de huecos porque el grupo está mucho más compacto y, además, en el caso de la pulga, no sólo no se perdió gol; se ganó muchísimo en esa faceta al haber encontrado la posición ideal del argentino. Todo esto explica el desfile de delanteros en los últimos años (no tenían sitio) y el agobio del entrenador por buscar soluciones más allá de Messi. Porque debe ser muy difícil dirigir a un equipo en el que sabes que, con tu estrella sobras hasta tú, pero que sin ella, al no tener otro jugador con garantías de gol y jugando sin referencia arriba ibas a sufrir sobremanera para ganar. Después de varios intentos por buscar soluciones, la única opción que hicieron funcionar (en busca de paliar una posible ausencia del crack por el motivo que fuese) es la de alcanzar cotas de posesión astronómicas...llegando en muchos casos al aburrimiento. Porque los números no mienten. Y un 80% de posesión con un marcador final de 1-0 o 2-0 a lo sumo, denota dos cosas: Que no la cuelas ni entre palos de rugby, y que tus jugadores se pasan la pelota en horizontal buscando que pase el tiempo o un desmarque clarísimo (fruto en muchos casos de los desórdenes defensivos del rival por culpa de la desesperación generada. Porque también quieren jugar).
LA PIZARRA: Su inamovible formación es un 1-4-3-3. Cuando, al usarla, lo normal es usar un triángulo en el centro del campo con el vértice mirando a la portería rival. A lo sumo, y en caso de optar por la contención, una línea de 3 (el famoso trivote) mediocentros combinables según necesidades (box-to-box buscando cohesión entre líneas, defensivos buscando contener y destruir el juego rival o creadores en busca de tener el balón), Guardiola se decantó por disponer un triángulo con el vértice mirando hacia la propia meta. Con ese sistema, el pivote defensivo se encuentra 'encuadrado' entre los mediocentros y los centrales, atestando de jugadores la zona de mayor creación de peligro del equipo rival. Pero Guardiola no inventó esto. Entonces, ¿por qué le funcionó de esa manera tan aplastante en su etapa del Barça? Porque utilizaba la parcela de terreno ocupada por ese cuadrado (con uno en el centro) para tener el balón. El equipo rival no genera ocasiones porque no hay sitio en la zona de creación y porque, principalmente, no tiene el balón. El mejor símil sería el de un niño al que, los abusones del barrio, le cuelan la pelota en la casa del vecino jubilado y huraño. Se quedó sin balón. El niño sería el rival, la casa, ese cuadrado, los abusones el resto de jugadores del Barça...y Busquets es el anciano. Porque, realmente, es muy difícil quitarle el balón. Juega con su cuerpo, su toque y el reglamento (contacto = falta) como un auténtico maestro.
En la siguiente imagen, con el esquema del Real Betis como testigo, podremos apreciar este 'número 5 de los dados' entre centrales y medios, además de la figura del 'falso 9' que desglosamos más adelante (equipos de la temporada pasada, hemos querido sacar la foto del siguiente link para que no pareciese que forzabamos la formación ni nada parecido. En un dibujo hecho por alguien cuya procedencia desconocemos, se ve exactamente lo descrito en este post. Debido a los pocos cambios y la teoría continuista de Tito Vilanova, tampoco se aprecia mucho cambio respecto a lo descrito):
Además, este sistema ha adolecido siempre de de un vacío de muchos metros entre los medios y los delanteros. Habitualmente, este problema se ha solventado con la alineación de un jugador 'pulmón', de esos que cubren muchos metros, y adelantando la defensa (o retrasando el ataque) para estrechar la distancia entre líneas. Estas soluciones suelen necesitar de un rigor táctico fuera de lo común, ya que, sobre el papel, ese hueco sigue estando vacío. Si no se está al 100% a nivel de concentración y anticipación durante los 90', se abren muchos huecos por culpa de este vacío, aprovechables por el rival.
LA SOLUCIÓN, EL FALSO '9': La forma de arreglar todos los problemas de huecos fue centrar a Messi y retrasarlo hasta la posición del '10'. De esta manera, en el equipo no son necesarias tantas coberturas en busca de huecos porque el grupo está mucho más compacto y, además, en el caso de la pulga, no sólo no se perdió gol; se ganó muchísimo en esa faceta al haber encontrado la posición ideal del argentino. Todo esto explica el desfile de delanteros en los últimos años (no tenían sitio) y el agobio del entrenador por buscar soluciones más allá de Messi. Porque debe ser muy difícil dirigir a un equipo en el que sabes que, con tu estrella sobras hasta tú, pero que sin ella, al no tener otro jugador con garantías de gol y jugando sin referencia arriba ibas a sufrir sobremanera para ganar. Después de varios intentos por buscar soluciones, la única opción que hicieron funcionar (en busca de paliar una posible ausencia del crack por el motivo que fuese) es la de alcanzar cotas de posesión astronómicas...llegando en muchos casos al aburrimiento. Porque los números no mienten. Y un 80% de posesión con un marcador final de 1-0 o 2-0 a lo sumo, denota dos cosas: Que no la cuelas ni entre palos de rugby, y que tus jugadores se pasan la pelota en horizontal buscando que pase el tiempo o un desmarque clarísimo (fruto en muchos casos de los desórdenes defensivos del rival por culpa de la desesperación generada. Porque también quieren jugar).
En conclusión, el juego de los equipos de Guardiola, tiene como claves al pivote defensivo (además de todo lo dicho anteriormente, añadir que en ataque permite muchas variantes como descolgarse a un mediocentro o a un lateral y, en defensa, se incrusta entre centrales), tanto en calidad técnica como posicional, lo que explicaría que Philipp Lahm esté ocupando esa demarcación en el FCB, dado que es famoso por su capacidad para no perder nunca la posición en una zona del campo propicia para ello como es el lateral. Al grupo de mediocentros, se necesitan por lo menos 4 medios de altísimo nivel para que el cuadrado entre medios y centrales no cojee. Y la figura del falso 9, queda resuelta en el Bayern con la movilidad Robben, Ribéry y Müller. Aunque no nos extrañaría que fuese Götze, a tenor de sus cualidades, quien pudiera acabar siendo el falso 9 (apuesta personal de un humilde servidor). Y si no, a seguir con la movilidad de los cuatro y con la sombra de Lewandowski girando en torno al Allianz. Ya veremos que pasa y por que opción se decanta The Philosopher...
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