Corría el año 2007, cuando un equipo del norte de Italia, reinaba en Europa. Por los títulos que ganaba y por el equipo que tenía. Y es que: Dida, Jankulovski, Nesta, Maldini, Oddo, Gatusso, Pirlo, Seedorf, Kaká, Ronaldo y Gilardino, es un 11 que asusta. Y además, banquillo: Kaladze, Ambrosini, Abiati, Inzaghi, Oliveira, etc...Una época en la cual, la Serie A rivalizaba con Premier y La Liga por tener a los mejores jugadores del mundo.
Pero todo eso ha cambiado. Ni el A.C. Milan es el que fue, ni la Serie A se encuentra al nivel de años atrás.Uno de los principales motivos es el económico, y es que, la crisis, ha obligado a los equipos italianos a apretarse el cinturón hasta perder la estela de poder de los grandes del continente (la irrupción de los petrodólares en Inglaterra y Francia, tampoco ha ayudado en éste sentido). Desde fuera, da la impresión de que los rossoneri (junto con otros grandes históricos como Inter o Roma) viven una época de 'esto es lo que hay, y con esto debemos luchar'. Muestras evidentes de su falta de posibilidades para pelear, y ser competitivos como antaño, han sido las salidas de Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva. Un equipo que quiere optar a todo, no puede dejar salir a sus dos principales estrellas. Y menos aún, pensar que se puede sustituir al delantero sueco con Bojan Krkic (con todos los respetos para el delantero hispano-serbio, el nivel de ambos es, clarísimamente diferente). A nivel defensivo, los cambios también han ido, paulatinamente, bajando el nivel del equipo. Porque la defensa en la que reinaba Thiago Silva, por bueno que fuese, no era la de Maldini-Nesta. Y, la actual, en fin...Mattia De Sciglio es la flor que crece en el desierto. Ni Mexès, ni Zapata, ni Bonera son centrales para un grande de Europa e Ignazio Abate es un interior reconvertido en lateral.
Pero no todo son malas noticias para el equipo de la capital de la moda. Arriba tiene dinamita. Literalmente, se trata de trinitrotolueno. Porque además de ser capaces de resolver cualquier partido, gracias al don que tienen para este deporte, Balotelli y El Shaarawy son dos profesionales, emocionalmente, inestables. De Balotelli, son famosas anécdotas como la de el policía de Manchester (al que, tras la pregunta de por qué llevaba 40.000 libras en la cartera, contestó: "Porque puedo"). Sin ser tan reseñables, El Shaarawy se ha visto envuelto también en algún que otro escándalo, que muestran la falta de estabilidad de los dos puntas titulares del A.C. Milan. Pero son muy buenos. Y Robinho también lo es. A pesar de la imagen que dejó en Madrid, dónde sin rendir mal, no fue lo esperado, y en Manchester, dónde acabó saliendo con dirección a Brasil debido a lo mal que se adaptó a la Premier y a Inglaterra. Y ¿qué decir de Kaká? vuelve al único sitio dónde puede volver a mostrar pequeñas pinceladas de lo que fue, gracias al cariño irracional que se le profesa. Ese amor le dará minutos aunque, obviamente, no tenga, a día de hoy, el nivel necesario para jugar en Europa. Pero todos coincidimos en una idea: No se le ha podido olvidar como se juega al fútbol. Por eso creemos que, con paciencia, le pueden quedar buenos ratos de fútbol que ofrecernos.
En conclusión, si el señor Andrea Pirlo ha votado dos años seguidos a Mario Balotelli como Balón de Oro, por algo será. Y si muestra toda la clase que tiene (manteniendo cierta estabilidad mental, cosa que, según los antecedentes, no parece fácil), el A.C. Milan volverá pronto a causar estragos por los campos del viejo continente.
Pero no todo son malas noticias para el equipo de la capital de la moda. Arriba tiene dinamita. Literalmente, se trata de trinitrotolueno. Porque además de ser capaces de resolver cualquier partido, gracias al don que tienen para este deporte, Balotelli y El Shaarawy son dos profesionales, emocionalmente, inestables. De Balotelli, son famosas anécdotas como la de el policía de Manchester (al que, tras la pregunta de por qué llevaba 40.000 libras en la cartera, contestó: "Porque puedo"). Sin ser tan reseñables, El Shaarawy se ha visto envuelto también en algún que otro escándalo, que muestran la falta de estabilidad de los dos puntas titulares del A.C. Milan. Pero son muy buenos. Y Robinho también lo es. A pesar de la imagen que dejó en Madrid, dónde sin rendir mal, no fue lo esperado, y en Manchester, dónde acabó saliendo con dirección a Brasil debido a lo mal que se adaptó a la Premier y a Inglaterra. Y ¿qué decir de Kaká? vuelve al único sitio dónde puede volver a mostrar pequeñas pinceladas de lo que fue, gracias al cariño irracional que se le profesa. Ese amor le dará minutos aunque, obviamente, no tenga, a día de hoy, el nivel necesario para jugar en Europa. Pero todos coincidimos en una idea: No se le ha podido olvidar como se juega al fútbol. Por eso creemos que, con paciencia, le pueden quedar buenos ratos de fútbol que ofrecernos.
En conclusión, si el señor Andrea Pirlo ha votado dos años seguidos a Mario Balotelli como Balón de Oro, por algo será. Y si muestra toda la clase que tiene (manteniendo cierta estabilidad mental, cosa que, según los antecedentes, no parece fácil), el A.C. Milan volverá pronto a causar estragos por los campos del viejo continente.
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