Robert Lewandowski se convertirá, en el verano de 2014, en la referencia ofensiva del proyecto de Pep Guardiola en el Bayern de Munich. Era un secreto a voces en el mundo del fútbol y parece que el deseo del jugador polaco se hará realida en menos de un año, a pesar de que el entrenador catalán parece estar encantado con el rendimiento de Mario Mandzukic en los últimos encuentros, lo que podría enfriar las negociaciones.
Estamos ante un jugador de 1,84 y con un talento espectacular. Su facilidad para bajar el balón dentro del área y armar la pierna es uno de los puntos más destacables de su juego. No estamos delante del paradigma de la habilidad, pero tiene talento suficiente como para quitarse jugadores de encima dentro del área con una sencillez asombrosa.
La carrera de este jugador comenzó en un modesto club de la tercera división polaca, el Znicz Pruszków, donde consiguió anotar 37 goles en tan solo dos temporadas. En el 2008, el Lech Poznan se fijó en el joven talento polaco, y completó dos temporadas en este club con unos números bastante asombrosos para ser su incursión en un equipo de primera división. Anotó la nada despreciable cifra de un gol cada dos partidos (41 goles en 82 partidos).
En el año 2010, el jugador de Varsovia recaló en las filas del Borussia de Dortmund, por menos de cinco millones de euros. Un chollo para las cifras que se manejan hoy en día. En su primera temporada, tras 42 partidos disputados, sólo pudo conseguir 9 goles, una cifra bastante baja para un jugador de esta calidad. Pero en el verano de 2011, un desgarro muscular que sufrió el delantero paraguayo Lucas Barrios hizo que Lewandowski se convirtiera en el delantero titular del equipo alemán. Desde este momento su producción ofensiva creció de forma muy notable. Anotó en las siguientes dos temporadas 30 y 37 goles respectivamente, convirtiéndose en el máximo goleador del equipo.
Pero el momento más dulce de este jugador, quitando los títulos que ha añadido a sus vitrinas, fue el poker de goles que anotó en las semifinales de la pasada Liga de Campeones ante el Real Madrid. Fue el 24 de abril de 2013. Estadio Signal Iduna Park. 20.45 de la noche. Nadie podía esperar que un jugador, no demasiado conocido para la gente común, se fuese a convertir en leyenda en una noche mágica de Champions. Robert Lewandowski saltaba al Westfallenstadion para disputar la ida de las semifinales de Liga de Campeones ante el mejor equipo del siglo XX, y uno de los grandes favoritos al título. Cuatro goles. ¡¡Cuatro!! El primer jugador que conseguía este hito en unas semifinales de la competición más prestigiosa a nivel continental. Tras el partido Lewandowski salía a la zona de prensa y decía: "Sólo hemos dado un paso". Había nacido una estrella. Dos semanas después el Borussia de Dortmund eliminaba al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu tras unos últimos minutos de gran sufrimiento. Disputaron la final de la Champions ante el Bayern de Munich, con la mala fortuna de perderla con un gol de Arjen Robben en el minuto 88. Una lástima para un equipo que desplegó un fútbol que sorprendió a media Europa.
Podemos concluir que, con los jugadores que tiene en este momento el Bayern en su posición, no encontraría gran rivalidad para ser titular indiscutible en el esquema de Pep. Mario Mandzukic y Claudio Pizarro son jugadores que consideramos de calidad inferior al ariete polaco. A esto hay que añadir que el Bayern de Munich, pese a que a algunos nos pese, tiene muchos más medios que el Borussia de Dortmund para completar una de las mejores cinco plantillas de Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario