Marcello Lippi, el gran campeón italiano, para muchos a la altura de Sacchi. Lippi es sinónimo de títulos, de grandes equipos y de partidos memorables. Tras el gran baile de banquillos esta temporada en Europa nos preguntamos por qué no sonaba Lippi para nadie, ¿es que nadie en este loco mundo del balón va a usar la cabeza? Pues parece ser que no. A diferencia de lo que mucha gente cree, Lippi no está retirado, está entrenando en la liga china, ¿y qué hace allí? Pues historia, ni mas ni menos. Por este motivo, hemos decidido rememorar la gran carrera del que, para algunos, es el mejor entrenador italiano de todos los tiempos a modo de humilde homenaje.
Hablamos de un defensa italiano sin mucho éxito, un defensa normalito de la Sampdoria que fue transferido en 1980 al Pistoiese para retirarse dos años más tarde, en 1982, para volver a la Samp en calidad de entrenador del juvenil. Empieza a forjarse la leyenda. Tenemos la receta y los ingredientes, sólo falta la cocina, y por fin llega con el Pontedera en la Serie C2. Tras entrenar en el Siena en la Serie C1 asciende y se presenta en sociedad con el Cesena en la Serie A. Tras discretos pasos en Luchese y Atalanta, el Nápoles apuesta por Marcello, alias 'Paul Newman', y lo ficha en 1993. Los resultados no tardan en llegar: sexto lugar en liga y clasificación para la antigua Copa de la Uefa con un jovencísimo equipo.
Todo está preparado y Luciano Moggi lo sabe, Lippi se convierte en mánager principal de la Juve. En 1994 se da el banderazo de salida a la construcción de el gran monumento al fútbol que es el juego de la Juve de Lippi. A pesar de perder a varios jugadores importantes por motivos económicos y no estar en ninguna quiniela consigue ganar el Scudetto por primera vez en nueve años. El maravilloso lustro de la 'Vecchia Signora' acaba de comenzar. En 1996 se convierte en realidad al ganar la UCL, la Juve es el mejor equipo del mundo. Este hecho vuelve a poner a la Juve en el mapa y permite a Lippi juntar un equipo de proporciones épicas con jugadores como Del Piero, Inzaghi, Di Livio, Vieri, Pessotto, Montero, Conte o el mismísimo Zidane. Contaba Zidane sobre Lippi una anécdota curiosa que resume muy bien la calidad tanto profesional como humana del técnico; la Juve jugaba un partido de Champions pero el sábado jugaban el clásico de Italia contra el Inter, Lippi se acercó a Zidane y le dijo: "Mira Zizou, el sábado tenemos un partido importante, y este no es fundamental, a si que hoy no vas a jugar. Quédate en casa, descansa y centrate en el partido del sábado para ser el Zidane que todos hemos visto, porque te necesitaremos". La Juve gana 1-0 con gol del astro francés. Zidane, que hasta ese momento no estaba muy fino en el Piamonte, comentaba al final de su carrera: "Me hizo sentir muy cómodo. Fue como volver a casa, a Cannes o a Burdeos. A partir de ahí, fue todo para arriba".
Lippi cuidó a este plantel como a hijos. Cierto que hubo decepciones como las dos finales de UCL perdidas ante Dortmund y Madrid, pero el quinquenio se resume en tres ligas, dos Supercopas de Italia, una Copa de Italia, una UCL y una Supercopa de Europa. Intachable. Esa Juve era un equipo con una media brutal de disparos por partido, no hay mas que ver la cantidad infinita de ocasiones que tuvo en Amsterdam contra el Real Madrid, y una defensa en la que parecía que los jugadores estaban físicamente unido, nadie se descolgaba, todos basculaban juntos. Un concierto de desmarques, coberturas y pases perfectamente dirigidos por el mejor director de orquesta posible: Zidane. Un trabajo táctico exquisito.
La cosa se tuerce en un lluvioso día en Perugia. La Lazio juega a la vez que la Juve para no falsear la competición. El balón no rueda bien y Pierluigi Collina detiene el partido. La Lazio ya ha ganado su partido y los de Lippi necesitan ganar, el empate no le vale, el gol no llega, 0-1 y la Lazio es campeona. Zidane se va y Lippi dimite. El Inter se hace con sus servicios pero no con los resultados esperados. Vuelve a Turín para ganar dos Scudettos más y otras dos Supercopas entre el 2001 y el 2003.
En el 2004 se erige como seleccionador italiano para poner un éxito brutal el 9 de julio de 2006 en Berlín: la Copa del Mundo, que se la gana a Francia por penalties. Tras algunos años aquí y allá, sin retos ni motivaciones, en 2012 elige China, el Guangzhou Evergrande.
En China, Lippi ha conseguido esta semana su segunda liga consecutiva además de una Copa y una Supercopa, pero estos éxitos se ven ensombrecidos con un hecho que da que pensar, está a un pasito de jugar la final de la Champions Asiática. No con un equipo japonés, koreano o de federaciones similares, sino con un equipo chino. Impresionante.
Marcello Romeo Lippi, alias 'Paul Newman', genio y figura, entrenador al que se echa de menos en Europa.Desde aquí le deseamos la mayor de las suertes en su gesta y ojalá veamos a Lippi en el próximo mundialito de clubes.
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