domingo, 1 de diciembre de 2013

RUMBO A BRASIL: CAPÍTULO 1: UN INICIO ILUSIONANTE QUE ACABÓ EN PESADILLA

Estadio Soccer City de Johanesburgo, 11 de Julio del 2010. Toda España contiene la respiración mientras Iniesta se presenta en el minuto 116 de partido ante Stekelemburg y volea un balón cruzado que provoca un estallido nunca visto en España. Toda la tensión del debut ante Suiza, ese inicio de Mundial que provocó tantos interrogantes, ese temor a Cristiano en el cruce de octavos, la confianza eterna en el santo ante el penalti de Cardozo, el salto imponente de Puyol ante la ingeniería alemana, el pie milagroso del mejor portero del mundo en un cara a cara con Robben. Todo eso desapareció de la mente, no existía nada más en ese momento que el gol de Andrés Iniesta. Ese momento en el recuerdo a Dani Jarque, ese momento que proclamaba campeona del mundo a España por primera vez en su historia. 



De ese momento hace ya más de tres años, y lo que se avecina no es otra cosa que la oportunidad de revalidar el cetro mundial, algo inaudito en la historia a día de hoy. La "roja" cuenta en sus filas con la generación de oro del fútbol español, con jugadores de talla mundial que comparten un excelso juego técnico basado en el balón, ese esférico que corre de lado a lado con un control exquisito y una regularidad que ya ha entrado en los libros de la historia. Ese estilo de juego ha enamorado a todo el fútbol mundial los últimos años, basado en una posesión continua, con mucha presencia en campo rival, buscando las mejores vías para la portería rival, y con unos resultados que permiten confiar en dicho estilo. 

Su historia en los mundiales: La historia de la selección española está escribiéndose en estos momentos con letras de oro, esas que te permiten entrar en el selecto grupo de los campeones de competiciones oficiales. Todo el mundo reconoce a España desde hace varios años, pero ¿qué fue de esta selección en anteriores ediciones de los Mundiales? Muchos son los recuerdos que se nos vienen a la mente, como el mítico gol de Zarra ante Inglaterra en  Brasil 50, la imagen de Luis Enrique sangrando en Estados Unidos 94, o el mundial disputado en España en el año 82. 

España ha disputado un total de 13 mundiales de los 19 que se han jugado hasta la fecha, cosechando su mejor resultado en Sudáfrica donde fueron, por primera vez en su historia, campeones del Mundo. En el inicio de los Mundiales, la mejor actuación de España fue en Brasil 50, donde el histórico gol de Zarra metía a la Selección en la liguilla final con Suecia, la anfitriona Brasil, y Uruguay. 



En aquella liguilla se empató a dos con Uruguay en el primer partido, pero en el segundo, la anfitriona fue un vendaval y goleó 6-1 a los españoles. Finalmente, en el encuentro por el tercer y cuarto puesto se perdió 3-1 con los suecos, en la previa de lo que se conoce como el "Marcanazo", la victoria de Uruguay sobre Brasil en Marcaná con un Ghiggia pletórico. Ese cuarto puesto de la selección con los Zarra o Ramallets (mejor portero de aquel Mundial),  ha sido el mejor puesto histórico de la roja hasta el Mundial de Sudáfrica. 

Los siguientes mundiales fueron la peor fase de la historia mundialista de la selección, con dos presencias en Chile 62 e Inglaterra 66 entre los años 1954 y 1974, contando con la ausencia en los mundiales de Suiza, Suecia, México y Alemania. La plantilla de España en esos años contemplaba jugadores de la talla de Luis Suaréz, Paco Gento, Alfredo Di Stéfano, Amancio, Puskas o José Angel Iribar. También es cierto que entre estos años se consiguió el primer gran título europeo para la selección, con la conquista de la Eurocopa en 1964 ante una potente Unión Soviética en el Estadio Santiago Bernabéu y con gol de Marcelino en la fase final del partido con un gran remate de cabeza. 



En Argentina 78, España volvía a la gran competición mundialista, aunque los resultados no fueron los mejores. La roja cayó en la primera ronda tras el recordado fallo de Cardeñosa ante Brasil que pudo cambiar el rumbo de ese Mundial, pero el balón no entró y España se fue para casa a las primeras de cambio. El siguiente Mundial fue diferente para España, y para todos. Se cambió el formato, se pasó a 24 equipos y el Mundial se iba a disputar en España. Ser anfitrión era buena señal para llegar lejos en un Mundial, vistos los resultados de anteriores citas, pero España no confirmó los pronósticos y quedó eliminada en segunda ronda, tras desilusiones como el empate ante Honduras o la derrota ante Irlanda del Norte. 

El Mundial de México 86 no iba a cambiar la historia para el combinado español. España llegaba a la cita mejicana como actual campeona de Europa. En el primer partido ante la siempre favorita Brasil, se perdió 1-0 con otro momento negro recordado en la historia del fútbol de nuestro país, con el gol de Míchel que no se dio por válido aunque fuese correcto.



Luego se ganó a Irlanda del Norte y Argelia y se pasó a las eliminatorias decisivas. Los octavos de final del Mundial fueron un momento único para la historia de la selección, con el que quizás sea uno de los mejores partidos que se recuerda del combinado nacional. Ante la Dinamarca de Michael Laudrup, un chaval llamado Emilio Butragueño se mostraba al mundo entero con un poker de goles que mostraba el potencial del equipo español. Con la moral por las nubes, España se iba a enfrentar a Bélgica en cuartos de final, y ahí empezó otro cachito de historia para el recuerdo, el famoso muro de cuartos. El partido ante los belgas terminó 1-1, por lo que se llegó a la tanda de penaltis, donde sólo España falló un penalti, por lo que caía eliminada en un Mundial que pintaba realmente bien para la roja. 

El Mundial cambiaba de continente, y volvía a Europa, a Italia. En este Mundial, España consiguió superar de nuevo la fase de grupos inicial ante Uruguay, Corea del Sur y permitirse la reválida ante Bélgica. Pero de nuevo llegaban las eliminatorias finales y España cedía. Esta vez fue Yugoslavia la que pudo con el equipo español, que sólo pudo terminar 10º en el torneo. Con la llegada de Clemente como nuevo seleccionador nacional, se llegaba al Mundial de EE.UU. 94.  España se encuadraba en el grupo con Corea del Sur de nuevo, Bolivia y la potente selección alemana. Se debutó contra el conjunto surcoreano, empatando a 2 un partido que se tenía ganado yendo 2-0, luego se empató con Alemania, y finalmente se consiguió la clasificación con una victoria ante Bolivia. Se presentaba España en octavos ante Suiza, con un buen plantel, y se confirmó con la victoria ante los suizos por 3-0. El equipo conocía sus opciones, se encontraba bien y con mucha moral. Pero todo se rompió en cuartos, de nuevo, con esa barrera psicológica que no lográbamos superar. La Italia del gran Roberto Baggio se interponía en el camino español. Con 1-1 (goles de Dino Baggio y Caminero) se llegaba a la parte final del partido. Con muchos mirando ya a la prórroga, Roberto Baggio eliminó toda posibilidad con un gol al final del partido, apenas quedaba tiempo para la selección española. Todo se apostaba a la épica, pero cuando hubo opción, la épica pasó a crispación. Un codazo de Mauro Tassoti a Luis Enrique en el área "azurra" en el último minuto no fue considerado falta, que era penalti, aún viendo el árbitro de la forma en que sangraba el jugador asturiano. La crispación se apoderó del equipo ante tal situación, pero nada se pudo hacer y finalmente, se cayó eliminado ante la que luego sería subcampeona del Mundo. 



Otra vez el combinado era bueno, el juego también, pero era llegar las fases finales y encontrarse la barrera de cuartos, y tras EE.UU. llegó Francia 98. El Mundial en el país vecino era otra muestra de esperanza, y finalmente fue otra vez, muestra de desilusión. En un grupo relativamente fácil, con Nigeria, Bulgaria y Paraguay, el inicio no pudo ser peor. Un error del portero Andoni Zubizarreta provocaba la derrota ante el combinado africano por 3-2, para luego empatar con los "guaranís" y ya no depender de ellos mismos. El cartel de posible favorito a la victoria final se esfumó cuando, tras golear por 6-1 a Bulgaria, la victoria de Paraguay ante Nigeria mandaba a la roja para casa mucho antes de lo esperado, en su peor posición mundialista de toda la historia, acabando en un 17º lugar. 

Muchos mundiales y siempre la misma historia. España no podía cumplir lo que se pedía a aquellos grandes grupos de jugadores que tenía la roja, pero las cosas no son como empiezan, sino como acaban, y España estaba en el camino correcto.

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