El Barcelona no funciona, y cuando el dominador del fútbol español en los últimos años no lleva una marcha triunfal, a los aficionados neutrales les genera una gran alegría. Si a esto le sumamos un estado de forma sobresaliente del Atlético de Madrid, y una resurrección del Real Madrid de Ancelotti, juntamos todos los ingredientes para tener, después de varios años de aburrimiento, la mejor liga del mundo.
Se sigue demostrando que, sin alguien que meta goles y sin alguien que los pare, no se ganan partidos. El estilo es algo que nos hemos metido en la cabeza en los últimos años tras una exhibición de toque y posesión que nos ha hecho pensar que lo es todo en este deporte, pero no, los partidos se ganan metiendo más goles que los rivales. En este punto está ahora el Barcelona. Dos goles encajados y tan sólo uno anotado en los últimos dos encuentros, demuestran que las bajas de Messi y de Valdés son excesivamente determinantes en el conjunto culé. Y no, Neymar aún no es Messi, y Pinto, no es, ni será, la sombra de Valdés. Si, a todo esto le sumamos un cambio de estilo del 'Tata' Martino, el Barcelona está realmente perdido en lo que se refiere a la elaboración de su juego.
El Atlético de Madrid es, hoy por hoy, el caso contrario al FC Barcelona. Gol, pegada, carácter, y una zaga, con su punta de lanza en Courtois, que se entiende a la perfección para el estilo que quiere el 'Cholo' Simeone. Y, esto es algo que diferencia al conjunto madrileño, que empieza a ser envidiado y halagado por grandes técnicos y jugadores de toda Europa. Si a este estilo le sumamos un Diego Costa en un estado de forma como el que llevábamos tiempo sin ver, siendo el delantero más regular de Europa en estos momentos, juntamos un equipo que tiene la raza de Simeone y el talento de gente que se lo empieza a creer. El Atleti se está erigiendo como la revelación del año en Europa.
Por últimos tenemos la resurrección del Real Madrid. Sin un estilo de juego demasiado definido, intercambiando el 4-3-3 con el 4-4-2, y, en algunos momentos con el 4-2-3-1, el Real Madrid ha convertido, como viene siendo habitual, la pegada en su principal arma ofensiva. Si bien es cierto que 17 goles en 14 partidos es un número que sólo está al alcance de Cristiano Ronaldo y Messi, tenemos que tener en cuenta las cifras goleadoras de los otros dos integrantes del tridente de atacantes que forma el conjunto blanco. Los 9 goles de Karim Benzema y 7 de Gareth Bale, convierten a estos dos jugadores en los mejores socios para Cristiano. Si a esto le sumamos que, en un momento de lesión del astro portugués, anotaron 4 goles entre los dos para llevar al equipo a la victoria ante el Valladolid el pasado sábado, estaremos todos de acuerdo en que esta asociación, ya conocida popularmente como la BBC, tiene goles para acabar el año con una cifra realmente asombrosa.
Si juntamos todos estos ingredientes, obtenemos una mezcla perfecta para disfrutar de una de las mejores Ligas de los últimos años.
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