El penalty, lanzamiento desde los 11 metros, la pena máxima, es una cosa tan habitual en el fútbol de hoy como el saque de centro o una tarjeta amarilla, pero...¿cómo surgió este tipo de sanción? ¿A quién se lo debemos?... Aquí un pequeño apartado para el más incomprendido del mundo del fútbol.
El penalty es un fenómeno que los delanteros buscan con ahínco y que los porteros temen profundamente. Un método para llegar hasta el gol que algunos han convertido en un arte, como Panenka, y otros han despreciado, como Maradona cuando dijo: "El penal es la forma más cobarde de marcar". El penalty es un cruel amante, capaz de darte la gloria o hundirte en la miseria. Muchos dicen que cuando se falla un penalty es más fallo del delantero que acierto del portero, pero nada más lejos de la realidad; hemos visto auténticos especialistas tanto en marcarlos como en pararlos. Por todo esto, hemos decidido dedicarle un pequeño espacio a este maltratador de nervios y emociones y querido y odiado a partes iguales según el área en que se sancione.
Corría el año 1890 en Gran Bretaña, concretamente en Milford, Irlanda del Norte. Una reunión federativa para ir 'tapando agujeros' de este joven deporte que se ha escindido del rugby hace bien poco, concretamente de la IFA (Irish Football Association), da comienzo. Un empresario local toma la palabra, se trata de William McCrum, que resulta ser también portero de fútbol, y explica el porqué considera que hay que acabar con los comportamientos antideportivos de los defensas que comenten faltas sin ton ni son ante ocasiones manifiestas de gol, la proposición textual fue la siguiente:
"If any player shall intentionally trip or hold an opposing player, or deliberately handle the ball within twelve yards from his own goal line, the referee shall, on appeal, award the opposing side a penalty kick, to be taken from any point twelve yards from the goal line, under the following conditions: All players, with the exception of the player taking the penalty kick and the goalkeeper, shall stand behind the ball and at least six yards from it; the ball shall be in play when the kick is taken. A goal may be scored from penalty kick."
Tras esa reunión en junio de 1890, Jack Reid, presidente de la IFAB (International Football Association Board), a la que pertenece la FIFA, lo mandó estudiar. En un principio, la proposición no tuvo buena acogida entre los futbolistas y la prensa, pero este punto de vista cambió radicalmente el 14 de febrero de 1891 en un partido de cuartos de final de la FA Cup entre el Stoke City y el Notts County, cuando ante una mano deliberada, se pitó el correspondiente libre indirecto y no se materializó el gol. Este hecho trajo consigo que el 2 de junio de 1891, en el Hotel Alexandra, calle Bath, Glasgow, tras una larga y dura discusión y cambiando algunos términos, se apruebe la proposición de McCrum como la norma número 13 de las Leyes del Juego.
El 14 de septiembre de 1981, estadio Molineux, se enfrentan el Wolverhampton Wanderers y el Accrington, el jugador local John Heath, coloca la pelota, chuta y anota el primer gol de penalty de la historia. Desde aquel instante se han marcado miles de goles desde los 11 metros, auténticas obras de arte como la picada suave por el centro de Panenka, hasta el sacarlo en corto y hacer una pared de Cruyff, pasando por el marcarlo de tacón del genial Sócrates o la 'paradinha brasileira', pero el caso más curioso se produjo en la antigua MLS, donde se modificó la forma de afrontarlos sólo en caso de que fuese tanda de desempate. Nos ponemos en situación, en la MLS aparece el New York Cosmos que junta a Pelé, Chinaglia, Beckenbauer, Carlos Alberto y Bogicevic, el espéctaculo está garantizado para los aficionados americanos, pero la idea de la tanda de penalties clásica, junto con la americana costumbre de que no se puede empatar aún en fase regular, no entusiasma demasiado. Se sacan de la manga la tanda de 'penalties' más curiosa de la historia; se trata poner la pelota en el centro del campo y empezar a correr con ella hacia el portero, el portero no puede salir hasta que el delantero llegue a la línea de tres cuartos y entonces empieza el mano a mano. 5 por equipo. ¿No os parece curioso e interesante?
Un último apunte de actualidad, dadas las condiciones del fútbol moderno, la International Board se esta planteando la posibilidad de prohibir sancionar penalty y mostrar la tarjeta roja directa en la misma jugada debido a que el equipo que encaja el gol de penalty y se queda con diez es muy complicado que se reponga, y se rompe el partido. La medida tiene su lógica, pero evitar un gol de forma antideportiva no se subsana dando el gol que ya era, habrá que sancionar la conducta antideportiva con dureza, pero no es menos verdad que no todos los penalties son ocasiones manifiestas de gol o se producen con acciones antideportivas. La medida es lógica, pero esperemos que la estudien bien, porque ¿qué pasa si lo fallas?... ¿Lo expulsas a posteriori?. Una falta lógica, no sin sentido e intentando derribar sin jugar la pelota, de un defensa que impide un remate se podría estudiar, ya que el portero lo puede parar, ahora, una mano intencionada en la línea de gol o similar no tiene discusión posible.
Y hasta aquí nuestro homenaje a la invención de William McCrum, el portero que cambió el fútbol, que es una de las salsas del deporte rey y que tiene mil formas de ejecutarse y que ensalza y defenestra a partes iguales.
disculpad, hemos encontrado una errata. Cuando hablamos del primer gol de penalty, hablamos de 1891 y no de 1981, como es lógico. Disculpad.
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