Nos parece bastante interesante hacer una entrada sobre un conjunto que, en nuestra opinión, por criterios futbolísticos y por jugadores en plantilla, no merece pasar por lo que está pasando. Es el farolillo rojo de la liga BBVA a día de hoy, pero, a continuación, expondremos los motivos por los que no creemos que, en este caso, esté todo dicho. Ni mucho menos.
Empezando por la portería, Guillermo Sara se ha convertido en una sorpresa agradable. Un portero argentino procedente del Atlético de Rafaela...bastante bien está saliendo para lo que podría ser. Sin ánimo de menospreciar, hay ligas y equipos que inspiran poca confianza o sirven de poca referencia. Aun así, el rendimiento del guardamenta argentino es, en nuestra opinión, bastante superior al esperado. A nivel defensivo, y como diría Leroy Gordon Cooper (Comandante del Apolo XIII), tenemos un problema. Porque Paulão no está al nivel que mostró el año pasado, porque Damien Perquis no va a volver en lo que queda de temporada, Dídac Vilà y Nacho no tienen nivel para aguantar Liga y competición europea, y porque Jordi Figueras viene defenestrado de la liga belga. Con estos datos en la mano, es difícil pensar en poder confeccionar una linea defensiva de garantías y, si la liga española fuese parecida a lo que en su día fue, sería suficiente para estar hablando ya de planificar la temporada que viene en 2ª.
Pero, por suerte para los aficionados verdiblancos, esta temporada hay que opositar para descender. Y el único argumento de peso que presentan los sevillanos es el paupérrimo nivel defensivo. Porque en el centro del campo, Matilla, Salva Sevilla, Xavi Torres, Verdú y Nosa deberían ser capaces de generar el fútbol necesario como para que Vadillo, Juanfran, Jorge Molina, Cédric o Rubén Castro (felizmente recuperado de su tormento de lesiones) consiguieran los goles que a la postre supongan la salvación. Y no sólo eso. Ya que, si bien es cierto que Verdú no es Beñat (ojo! que no criticamos la salida de Beñat, sino la decisión equivocada de pensar que Verdú podía suplirlo con garantías. Son jugadores distintos y, por tanto, no es justo hacer recaer sobre el catalán la ausencia de virtudes que ha sufrido el equipo con la salida del vasco).
A nivel táctico, el Betis juega con un 1-4-2-3-1. Con Nosa y Matilla por delante de la línea de cuatro, Verdú en la mediapunta, Vadillo y Juanfran por las bandas (éste último le ha ganado claramente la partida a 'euroveinte' Cédric) y con Jorge Molina como delantero posicional. Con este equipo, se nos hace difícil pensar en el descenso. Pero además, ahora tenemos que sumar a la gran estrella del equipo, Rubén Castro. ¿Dónde lo pondrá Mel? ¿Quitará a Juanfran?¿o a Verdú para pasar a un 1-4-4-2? Nuestro humilde consejo sería decantarse por esta segunda opción, a lo que sumaríamos quitar a Matilla o Nosa para dar entrada a Xavi Torres o Salva Sevilla (de ser este segundo debería ser junto a Nosa debido a la falta de físico de Salva) y así poder tener en el medio a un creador puro que distribuya hacia las bandas. ¿Qué hacer pues con Verdú? Sinceramente, ni idea. Pero entre tener al canario o al catalán fuera de sitio, prefiero tener cómodo en el campo a Rubén antes que a Joan. Creemos que, además de que Verdú ha tenido tiempo de sobra para demostrar que tiene sitio fijo en el equipo y no lo ha hecho. Podremos discutir los motivos por los que no ha rendido bien, pero es innegable que ha jugado en su posición natural y no ha funcionado como lo podría hacer Ruben Castro en la suya.
En conclusión, es verdad que es un equipo propenso a partirse en defensores y atacantes con una brecha entre líneas bastante considerable, y que todavía no ha encontrado al jugador que reciba el balón de la defensa y lo ponga en disposición de generar peligro, pero no nos excusemos es esto. Hay muchos equipos que no tienen a un fuera de serie como Beñat para sacar el balón jugado y consiguen ganar partidos. El problema está en el sistema. Con todos nuestros respetos para el señor Pepe Mel, del cual soy un reconocido admirador, creemos que se está equivocando en imponer una forma de jugar por encima de todo...incluso de los jugadores con los que cuenta. No es de ahora, ni es Pepe el primero en cometer este error. Incluso existen casos en la historia del fútbol en los que, a base de hacer entender la idea a los fútbolistas, éstos se han conseguido adaptar mediante el cambio de rol por parte de las piezas clave del equipo. Pero no es lo normal. Lo más probable, cuando apuestas por tu idea por encima del personal con el que cuentas, es que acabes en el pozo. Y con esto acabamos, esperamos que os guste, os invitamos a participar con comentarios y, como siempre, GRACIAS.
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